jueves, 29 de febrero de 2024

CELULAS

 


El maravilloso poder de Dios, ante una condición específica, ha sido comprobado muchas veces por innumerables personas. Si queremos ser sanados, necesitamos hacer algo para colaborar y hacernos dignos de tal gracia.

La fe en principio es indispensable, ya que es un soporte invisible, tan poderoso como un cimiento de granito. 

La fe es resignación al dolor; es el sol interior el que ilumina la larga y oscura noche de incertidumbre. 

Fe significa estar más cerca de la Divinidad que imaginamos porque representa confianza, humildad y un dulce deseo de ser atendidos y apoyados. 

Igualmente importante es nuestra voluntad de corregir hábitos muy arraigados que existen en nuestro interior y que retrasan la ayuda esperada. 

Recordemos que cuando alguien actúa mal, desperdiciando su vida, es porque no tiene fuerzas para afrontar sus problemas. 

Es necesario un gesto de valentía moral para eliminar un mal carácter y dejarse guiar por las buenas inclinaciones, lo cual es posible ayudando a alguien necesitado. 

De esta manera, trabajando en armonía con el Universo, estaremos renovándonos moral y espiritualmente, poniéndonos en sintonía con las fuerzas que lo gobiernan.

Se debe asumir que toda persona que busca curarse a sí misma está dispuesta a hacer todo lo posible para ayudar en esta amorosa obra del Padre Celestial. 

Sin embargo, si hacemos lo contrario, estaremos neutralizándonos de los propósitos que rigen el Universo y que existen dentro de nosotros. 

Todos tenemos la capacidad de actuar moralmente bien, así como la necesidad de hacerlo. Por lo tanto, todos los que se inclinan hacia el bien ciertamente no buscarán la autorrenovación, que se logrará automáticamente.

Siempre hemos tenido pruebas del amor protector de Dios; Dejemos, por tanto, que Su presencia interna sea la guía de nuestras acciones, porque de esta manera estaremos trabajando con la Ley. 

En consecuencia, seremos atraídos personas y situaciones que contribuirán a nuestro desarrollo espiritual y estados de salud que necesitamos. .

Visto lo anterior, pensemos en el pernicioso hábito de fumar (o consumir cualquier otra droga tóxica similar, o incluso beber alcohol). 

Sabemos lo beneficioso que sería para nuestro cuerpo físico dejar esta adicción. 

Además, el consiguiente esfuerzo de voluntad nos beneficiaría enormemente. 

Es evidente que sin nuestro esfuerzo los Ayudantes Invisibles se verán frustrados en su Servicio ya que las toxinas inhaladas o ingeridas diariamente anulan las acciones realizadas por estos amorosos ayudantes durante la noche. 

De esta manera, debemos esforzarnos por hacer que nuestra determinación sea constante y fuerte hasta ganar esta difícil batalla.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico