lunes, 20 de julio de 2015

EN AMOROSA AYUDA A QUIEN ANHELA ENTRAR EN PROBACION


Estimados amigos: La disertación es obligatoria, el ejercicio correcto y necesario, la materia relacionada con el Estudiante Regular que aspira a entrar en el proceso espiritual de probación, pero al que no se le ha prestado la debida atención.

Treinta o más años han pasado en la vida de miles de Probacionistas, que han visto pasar cómodamente esos años. Durante ese tiempo, les han preguntado por el tiempo que llevaban en prácticas, a lo que ellos, con una suave sonrisa de satisfacción, han afirmado que veinte y más años.

Se sabe y se puede asegurar que de ellos se espera un máximo de cinco años, en ese tiempo de prueba, para dar entrada al discipulado, basado en una vida de pureza, amor y servicio desinteresado a los que sufren durante esos cinco años; lamentablemente ha ocurrido lo contrario, por lo que no se han dado las entradas al discipulado, resultando en la negativa a entrar en “la habitación de la liberación”.

No cabe duda que, a lo largo de los años, esta negligencia y pasividad han generado un deplorable debilitamiento espiritual en la Sede Central, la cual ha sido disminuida para cubrir las necesidades de los que sufren en el mundo.

Afortunadamente, Dios y los Hermanos Mayores han ejercido una amorosa influencia sobre la persona indicada, capacitada y apta, para escuchar el mensaje, y atender con amorosa eficacia a la voz interior.

Nos referimos a las pautas dadas como “Entrenamiento Esotérico”, claramente definidas en veintidós puntos.

Estos lineamientos deben despertar de su letargo a los Probacionistas con más de diez años de haber obtenido dicho nombramiento, así como a los que anhelan entrar en ese proceso, ya que si sincera y fielmente asumen, al menos con estos veintidós puntos, inaugurarán un nuevo y vida floreciente en la Sede Central, porque habrá discípulos en unos años.

Los probacionistas están obligados a cumplir de la mejor manera posible, con esos veintidós puntos, así como una ferviente revisión del libro de Cartas a los probacionistas, sacándolo del baúl del olvido.
No más vivir en el autoengaño creyendo que somos Probacionistas, cuando debido a nuestra propia negligencia, la liga con el Maestro se ha roto hace muchos años.

Es obligación de todo aquel que se proponga estar en la etapa probatoria, vivir una vida de pureza integral y en constante servicio amoroso y desinteresado a la humanidad, "Sine qua non" Sin la cual nada es fecundo.

Adorado sea el amor y la luz de Dios. 

En eterna y amorosa gratitud a Dios por su infinito amor ya los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz, y al Centro Fraternidad Rosacruz de México, por el don otorgado, al permitirme colaborar humildemente.


Lucio Silente

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