COMO FUNCIONA LA FUERZA CURATIVA
Hubo un tiempo en que el hombre caminaba en la ignorancia de su origen divino, por lo que su servicio a Dios se ofrecía a través del sacerdocio, creyendo que así se pondría en contacto con Él.
La corrección de la enfermedad estaba garantizada como resultado de la obediencia ciega a la Ley ceremonial y al amor tal como lo imaginamos y practicamos hoy; sin embargo, no había sido ejemplificado.
Tan rígida era la esclavitud del hombre a la letra de la Ley que no podía apreciar la plenitud de la misión amorosa de Cristo Jesús, de modo que su crucifixión fue el resultado de la incapacidad de sus informantes para comprenderlo.
Si estudiamos la vida y las obras de Cristo y tratamos, día a día, de aplicar el amor y el poder sanador de Dios a las necesidades de nuestro mundo actual, veremos que el mismo amor y poder sanador están esperando nuestra aplicación.
El amor es la consumación de todos los actos de la voluntad, y la voluntad es una y la misma en todo lo que concierne a la Fuente de nuestro propio ser.
La sanación comienza en el mismo momento en que el buscador entrega su vida al Espíritu Interplanetario de Vida y corrige sus errores; lo que implica un proceso de restauración de las condiciones de armonía que existían antes de que el hombre se desviara del Señor.
Así, el período de curación depende en gran medida del tiempo invertido en el proceso de total arrepentimiento y autocorrección, comenzando en la conciencia celular, donde el Ego descarriado dejó su huella.
Además, como la célula tiene un estado de conciencia independiente, puede ejercitarlo para resistir toda corrección de los errores cometidos.
Por tanto, la sanación divina comienza en las células del Cuerpo Vital , donde la Fuerza Vital no ha tenido acceso por interferencia ni de la célula ni del propio Ego, ya que la vida celular en su totalidad es, en realidad, la voz del Ego, el cual representa la esencia completa y el tono del cuerpo.
La recuperación es el resultado de la afluencia de Energía Vital que emana del Sol Espiritual, refiriéndose a esta Fuerza Vital como la vibración de Cristo, cuyas innumerables bendiciones han llegado a la vida del hombre desde que Él vino al mundo.
Traducido de "Rayos de la Rosa Cruz", mayo de 1990
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de Mexico
