INFLUENCIA DEL CRISTO COSMICO EN EL AÑO

 INFLUENCIAS DEL CRISTO CÓSMICO

Nosotros estamos ahora en tiempo del Solsticio de Verano, estación durante la cual la manifestación física de la vida alcanza su máxima expresión. 

Cada año una onda de vital espiritualidad penetra en el corazón en el Solsticio de Invierno impregnando la Tierra con toda su fuerza para dar nueva oportunidad a la oleada de vida que habitamos en este mundo. 

Este trabajo se realiza durante los meses de invierno, mientras el sol pasa a través de los signos zodiacales de Capricornio, Acuario y Piscis (Hemisferio Norte)

Cósmicamente, el sol es más potente en la noche más larga y oscura del año, cuando Virgo (la Virgen Celestial) permanece sobre el horizonte del este, a media noche, para traer fuerza al niño inmaculado. 

Durante los próximos meses siguientes, el sol pasa a través del violento signo de Capricornio, donde místicamente todos los poderes de la oscuridad se hallan concentrados para matar la Luz, los cuales alegóricamente están representados en la historia del Rey Herodes y la huida a Egipto, para escapar de la muerte. 

Cuando el sol entra en el signo de Acuario en el mes de febrero, tenemos la época de las lluvias y la tormentas, símbolo del bautismo que místicamente consagra a un trabajo de servicio amoroso y altruista hacia los demás, como enseñó nuestro salvador.

Luego viene el pasaje del sol a través del signo de Piscis (los peces) en esta época las previsiones del precedente año han sido casi consumidas y la comida del hombre escasea. 

Es tiempo de Carnaval (adiós a la carne) y todo aquel que aspire a una vida superior debe saber elegir, pues en algún momento de su vida deberá luchar con su naturaleza inferior y con todas sus adversidades, preparándose para la iniciación, la cual está próxima.

En abril, cuando el sol cruza el Ecuador Celestial y entra en el signo de Aries, la Cruz permanece como un símbolo místico, indicando que el candidato a una vida superior debe aprender a vivir entre los mortales y comenzar su ascenso al Gólgota, el “lugar del cráneo”, para cruzar el umbral del mundo invisible.

Finalmente, imitando el ascenso del sol dentro de los signos de los cielos del norte que con sus rayos protege el crecimiento de las semillas, las cuales han sido revitalizadas por las ondas Crísticas durante los meses de invierno, el candidato debe aprender que su lagar está con el Padre y que al final ascenderá a aquel exaltado lugar. 

Así, en esta presente época, durante la terminación de la estación 21 (junio) el Gran Espíritu Solar Cristo, ha alcanzado el Mundo del Espíritu Divino, el Trono del Padre, durante los meses de julio y agosto, mientras el sol está en el signo de Leo. 

Entonces Él reconstruye Su Espíritu de Vida, vehículo en el cual se manifiesta en el mundo y así revitaliza la Tierra y los reinos de vida que comprende nuestra actual evolución.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico