LA VIRGEN MARIA

 

LA VIRGEN MARIA

La que conocemos como la Virgen María, madre de Jesús, era de una mente singularmente pura, muy superior a la gran mayoría de nuestra humanidad actual. 

Caminó el camino de la santidad durante muchas vidas antes de renacer como María. Cuando, entonces, ella poseía la mayor pureza humana, y es por eso que fue elegida para ser la madre de Jesús. 

Ella es una noble iniciada, capaz de llevar a cabo el acto de la fertilidad como un sacramento, sin ningún deseo o pasión personal.

Su misión no era sólo dar a luz al hombre Jesús, quien más tarde entregó su cuerpo a Cristo, sino también elevar las condiciones de toda la humanidad, mostrando lo que significa tener amor, lo que significa entender y respetar el trabajo (en este caso lo que Cristo vino a este mundo) de un Hijo.

La Inmaculada Concepción puede ocurrir sólo después de que una aspirante vida superior se haya dedicado a vivir en obediencia a la ley espiritual y al espíritu del Cristo Interior.

Un ejemplo de alguien que fue lo suficientemente fuerte como para lograr la Inmaculada Concepción fue María madre de Jesús.

Aquellos que persiguen a Cristo hasta la meta más alta están libres del ciclo de la encarnación mortal; están libres de la rueda de los nacimientos y las muertes. 

Tus deudas de destino maduro se pagan y todos tus lazos terrenales se rompen. 

Tales humanos son conocidos como Seres Compasivos, los Grandes Hermanos de la Ola de la Vida Humana que ya no necesitan lecciones terrenales.

Mientras tanto, estos grandes Seres pueden regresar, por el libre albedrío, y en obediencia con el pretexto de que el que aman debe servir mejor, muchas veces renuncian a estas afortunadas oportunidades de ese plan divino, para servir a los seres humanos menos evolucionados que todavía están luchando en los pantanos con su propios destinos maduros. 

Humildad, obediencia y servicio son las notas clave en sus vidas.

Tal renuncia se ilustra en la vida de María de Belém, quien después de haber aprendido todas las lecciones de la Tierra y haber sido exaltada para reinar junto a los Ángeles, regresó a este planeta para enseñar a la Humanidad uno de los más supremos misterios celestiales, que es la Inmaculada Concepción.

María, un nombre que trae a la mente muchas cosas que nos son queridos, por ejemplo: Madre, Maestro, Mesías y, también, multitud, maná, misterios, materia, metafísica, ministerios, mar, etc. 

Maria sabía sobre la Gran Misión que era sobre ellos.

María es el ejemplo del papel maternal que todos -que tienen esta bendición y gracia- deben seguir. 

Entre tus muchas lecciones está dejar a tus hijos cuando quieran empezar a vivir sus propias vidas, volar sobre sus propias alas, estar dispuestos a darles la libertad que necesitan. Esto es amor y respeto

María estaba con él, el Cristo, con todo su amor y devoción hasta el momento en que expiró.

Hasta el final de sus días, María estaba al cuidado de S. Juan, Discípulo de Cristo, demostrando el profundo vínculo entre Madre e Hijo.

Vivió lo suficiente como para saber que había completado su misión, de acuerdo con la voluntad de Dios Padre, y Sus Grandes Guías.

Busquemos siempre reflejarnos en grandes seres. 

Recordemos siempre el significado del Amor, cuidado, generosidad, respeto, etc.

(+) - Pintura: La muerte de la Virgen', William Blake, 1803