LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS

 

LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS

Para comprender correctamente el procedimiento de Cristo-Jesús, que dio a Pedro las llaves del Reino de los Cielos (Mt 16,17-19)[1], es necesario primero tener una idea lógica del significado del término "Reino de los Cielos". 

En lugar de admitir el cielo como un lugar al que iremos para el descanso eterno después de haber perdido nuestro "manto mortal", miremos a las Escrituras y considerémoslo como un estado de conciencia. 

"El Reino de los Cielos está dentro de vosotros", se nos enseña, por lo que debemos tomar la expresión literalmente y aplicarla científicamente en nuestra vida diaria, a fin de que podamos desarrollar el poder espiritual interno que nos brinda la posibilidad de contacto y funcionamiento en los mundos superiores.

Hay siete Mundos. Para penetrar y funcionar en ellos, conscientemente, debemos poseer las "llaves espirituales" correspondientes a cada uno. 

Estas son las "claves" a las que se refirió Cristo-Jesús y que, a su vez, Max Heindel nos enseña que son realmente las "claves musicales" o fórmulas mágicas adoptadas en la Orden Rosacruz. 

En la Orden Rosacruz hay palabras clave formuladas para cada grado que son diferentes entre sí, de modo que quien no tiene la llave es incapaz de entonarse, siendo impedido, por decirlo así, por un muro invisible, de acceso en el Templo de la Orden Rosacruz.

En las regiones inferiores del mundo del deseo hay una vibración diferente, mucho más baja que las otras regiones de los otros mundos suprafísicos. 

Es lo que constituye lo que popularmente se llama "infierno". 

Las vibraciones que en las Regiones superiores del Mundo del Deseo y en la Región del Pensamiento Concreto son más elevadas y para trabajar en ellas hay que tener la "llave". 

Este rango de vibración difiere del tono de los estados de la materia que se encuentran en el interior de la Tierra, es decir, en cada uno de los nueve Estratos subterráneos de la Tierra. 

Por lo tanto, cada una de estas divisiones de los mundos invisibles tiene su nota clave o palabra clave, que se revela gradualmente a los Iniciados a medida que progresan en el sendero del Adepto. 

A San Pedro se le dieron una o más notas clave de estos diversos Reinos, así como de otros, por Cristo, quien, en este caso, fue el Iniciador. 

Hoy en día, las mismas "llaves" son proporcionadas a los seguidores de Cristo, dignos de conocer los misterios para servir a sus semejantes en una esfera de acción más amplia.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico.

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[1] N.R.: 17Jesús le respondió: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no fue carne ni sangre la que te lo reveló, sino mi Padre que está en los cielos. 

18También te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno nunca prevalecerán contra ella. 

19Te daré las llaves del Reino de los Cielos, y todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo".

[2] N.R.: Lc 17:21