LA INTERVENCIÓN DE CRISTO:
LA TRINIDAD -
Las infracciones de la Ley divina constituyen lo que se conoce como pecado.
Y este recibe su retribución en forma de sufrimiento.
Así es como la naturaleza inferior se mantiene en la dirección correcta.
Pero esto es sólo una primera etapa, porque el hombre tiene que aprender a actuar bien voluntariamente.
Para que logre el dominio definitivo de su cuerpo desde el Deseo, es necesario que la fuerza divina que lo guía "desde el exterior", a través de mandamientos, ahora se manifieste " dentro" de sí mismo.
Esta fuerza espiritual se despierta en nosotros por medio de Cristo.
Cristo ayuda al Espíritu a tomar el control total de sus vehículos.
Emancipa al hombre de toda influencia exterior, tanto de los espíritus Lucifer como de los ángeles de Jehová y espíritus de raza.
Antes de su intervención, las pasiones humanas habían contaminado ampliamente la sustancia Deseo del planeta y la evolución casi se detuvo.
Si Cristo no hubiera venido, habría tenido que enviar una segunda Luna al espacio con los Seres más cristalizados en la materia.
Cristo ha evitado esta calamidad.
Tomó posesión de nuestro planeta tras los eventos del Gólgota y ahora es el Espíritu interior de la Tierra.
Veremos cómo fue esto.
Pero primero, es necesario dar alguna explicación sobre la naturaleza de Cristo y también definir la identidad del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El PADRE es el mayor iniciador de la humanidad desde el primer período, el de Saturno.
Alzó su conciencia al mundo de Dios y se unió con el primer aspecto de la Divinidad.
Cristo es el mayor iniciador del próximo Periodo, el del Sol.
Él es el Jefe de los Arcángeles. Mucho más avanzado que ellos, ascendió al mundo de Dios y se unió con el segundo aspecto de Deidad.
Por eso le llaman el HIJO.
Jehová es el mayor iniciador del Periodo de la Luna.
Él es el Líder de la ola de vida del Ángel y se une con el tercer aspecto de Dios.
Él es a quienes nos referimos como el ESPÍRITU SANTO.
En el período actual de la Tierra, Cristo es el gran Espíritu Solar.
Dirige la evolución del Sol.
Es el soporte de todo el sistema solar.
Viene del Padre, de la Fuente, del Creador.
Jehová, como para sí mismo, trabaja con la evolución de la vida en los planetas. Piensa en ellos, vía satélites, los rayos solares "espirituales a través de las lunas".
Por eso es el Dios Lunar.
No podemos mirar al sol, es demasiado deslumbrante
Pero podemos mirar a la luna, que indirectamente nos envía la luz suavizada del Sol.
Mientras el hombre no pueda entender las verdades espirituales superiores y encontrar la divinidad dentro de él, es necesario guiarlo desde afuera enseñándole su alcance.
Esto es lo que hacen las religiones lunares de Jehová.
Todos ellos fueron fundados por un instructor o un profeta como Moisés, Buda o Mahoma, ordenado por un Arcángel, espíritu de raza.
Estas religiones antiguas se basan en la ley que es externa al hombre y que debe conducirlo a la religión de Cristo que se basa en el amor.
El amor es la fuerza divina que se manifiesta "dentro" del hombre y lo impulsa a actuar caritativo, pero conforme a la Ley.
Cuando todas nuestras acciones se guíen por el amor, ninguna deuda destinada será contraída.
El amor espiritual se despierta gradualmente en el corazón humano por las vibraciones de Cristo.
En el Antiguo Testamento, Jehová, el Espíritu Santo, guía a la humanidad. Pero en el Nuevo Testamento, Cristo desciende sobre los Apóstoles los poderes del Espíritu Santo.
La manifestación de Dios dentro del hombre es el principio fundamental, la característica esencial, de la religión cristiana.
Hace ya 2023 años, ocurrió un evento de inmensa escala para la humanidad:
El nacimiento de Jesucristo Jesús puede ser considerado como el ego más avanzado en nuestra ola de vida humana.
Sus padres, José y María, también fueron iniciados de un grado muy alto.
El cuerpo de Jesús fue diseñado sin pasión, de una manera inmaculada.
Iba a ser usado más tarde por el Cristo.
Jesús se crio entre los esenios y a la edad de 30, entregó su cuerpo físico y cuerpo vital a Cristo.
Esto se hizo en la época del Bautismo, cuando Cristo conectó estos dos cuerpos a Su propio cuerpo de Deseo, la parte inferior de sus vehículos.
La Biblia nos dice que en ese momento el “Espíritu de Dios descendió sobre Jesús-Cristo. ”
Así Cristo vivió entre los hombres.
Él dio su Enseñanza, predicando el Evangelio de la vida Superior y sanando a los enfermos.
Entonces realiza el último sacrificio del Gólgota.
Cuando la sangre de Jesús fluyó en el Calvario, el gran Espíritu de Cristo fue liberado y penetrado por este medio en la Tierra, de la cual se convirtió en el Espíritu interior.
En este momento, las vibraciones cristianas dieron un tremendo impulso a nuestro planeta.
Una luz cegadora llenó la atmósfera y el velo del Templo se destrozará, abriendo el acceso al Santo de los Santos.
Este último evento significa que ahora el camino de la Iniciación ya no está reservado para unos pocos electos, pero está abierto a todos los que harán el esfuerzo de recorrerlo, entre ellos y con esta amplia y amorosa comprensión los Estudiantes de la Sabiduría Occidental.
Al arrancar el velo del Templo, que simbólicamente esconde el Espíritu de la Personalidad, Cristo ha permitido a todos los hombres entrar en contacto con la divinidad que hay dentro de ellos, la morada Interior, la Chispa Divina, el YO SUPERIOR.
Esto era previamente imposible, excepto por unos cuantos sacerdotes elegidos especialmente e instruidos en consecuencia.
Porque el Espíritu de la raza deseaba conservar su influencia sobre los vehículos del hombre hasta que el Espíritu Interior, el Ego, fuera lo suficientemente fuerte como para guiarlos a sí mismo.
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de Mexico
