EL ZODIACO Y LA CLAVE DE LA CONSTRUCCIÓN DEL
TEMPLO VIVIENTE
La doctrina del Renacimiento postula un proceso lento de desarrollo conseguido con una firme persistencia a través de repetidas encarnaciones en formas o cuerpos de mayor eficiencia, alternando en cuerpos de hombre y mujer y en diferente influencia solar al nacimiento, así pues se comprende que algunos de nosotros estamos aprendiendo una clase de lecciones y algunos están aprendiendo otras de diferente índole.
Los Estudiantes que hemos hollado este Sendero por ya varios años, hemos usado el discernimiento para comprender algunos mensajes que nos permitan avanzar de mejor y mas rápida forma.
De ahí es preciso para el
Estudiante de las benditas Enseñanzas Rosacruces el que comprenda que debe recorrer los así llamados
12 caminos de la influencia Estelar para su adecuado desarrollo, pudiendo
avanzar más rápido si comprende el hermoso mensaje que nos dan los 12, y que
tenemos la oportunidad de ver día a día en nuestra familia, trabajo, reunión,
con aquellos que nos relacionamos, ya que en los aspectos buenos o malos esto
predomina, pero será importante escoger aquello que nos enaltece como los valores
Superiores de estas amadas Jerarquías.
Cuando el Sol entra en Aries, es el principio de la primavera, el surgimiento de las fuerzas de la naturaleza, la irrupción de los primeros brotes. Este impulso prosigue en Tauro y en Géminis, con la aparición de las hojas y de las flores.
Con Cáncer comienza el verano: se forma el grano, después el fruto madura (Leo) y una vez maduro, se recolecta (Virgo).
Después viene el otoño (Libra, Escorpio, Sagitario): se recogen los últimos frutos, caen las hojas, la vegetación muere y se descompone.
Finalmente, llega el invierno (Capricornio, Acuario y Piscis):
el grano es enterrado en el suelo, donde muere y se funde con la tierra; pero
de esta muerte nacerán las nuevas simientes que producirán nuevos crecimientos
y nuevas floraciones.
Así pues, en cada signo, el
Sol lleva a cabo determinados trabajos. Este trabajo del Sol en la vegetación
puede ser interpretado, desde el punto de vista alquímico, como la transformación
de la materia de la Piedra Filosofal que, al igual que el grano, se cuece, se
pudre, resucita, etc...
Pero el trabajo alquímico no consiste sólo en transformar la materia de la Piedra Filosofal.
Para el
discípulo, el verdadero trabajo alquímico consiste en desarrollar las simientes
enterradas en sí mismo, de la misma forma que las fuerzas de la naturaleza hacen
crecer los gérmenes enterrados en el suelo, y, precisamente, cada signo del
zodíaco posee un aspecto positivo y otro negativo.
El Discípulo, debe luchar contra
cada uno de los aspectos negativos y, por el contrario, desarrollar en sí mismo
los aspectos positivos de cada uno de los 12 trabajos a desarrollar, empezando
con modificar su influencia y aprendiendo de todos.
Reajustar nuestros
pensamientos o cuerpo mental (AIRE)
Reajustar nuestros
sentimientos o cuerpo de deseos (AGUA)
Reajustar nuestros hábitos (FUEGO)
Reajustar nuestras acciones o
cuerpo físico (TIERRA)
Reajustar nuestro Cuerpo
Vital (ETER)
1-. En Aries debe luchar contra el
lobo y el jabalí de Marte (la violencia salvaje, la crueldad) y alimentar en sí
mismo el deseo de hacer los sacrificios necesarios para que se produzca la
germinación.
2-. Debe vencer el
materialismo y la sensualidad de Tauro, y adquirir su paciencia, su tenacidad y
su fuerza.
3-. Debe luchar contra las
tendencias nocivas de Géminis, con su intelecto siempre presto a engañar, a
criticar, a calumniar, y estar dispuesto, en cambio, a manifestar los preceptos
del amor y de la sabiduría.
4-. Debe dominar la
emotividad, la imaginación crepuscular y desordenada de Cáncer, favorecida por
la Luna, y sensibilizarse a las corrientes espirituales, tener el deseo de elaborar
su vida y de purificar todas las fuerzas que le han sido dadas.
5-. Debe vencer el orgullo y
la ostentación de Leo para desarrollar su nobleza, su grandeza, su rectitud.
6-. Debe vencer la estrechez
de espíritu, la sequedad y la avaricia de Virgo, y aprender su pureza, su gusto
por el orden y el método.
7-. Debe vencer la pereza y
la indecisión de Libra y desarrollar su necesidad de armonía y belleza.
8-. Debe triunfar frente a
los celos y a las pasiones sexuales de Escorpio, y estar siempre dispuesto a
morir a todo aquello que es inferior, como lo enseñaba Cristo-Jesús cuando
decía: «Si no morís, no viviréis».
9-. Debe luchar contra el
instinto de rebelión y la inestabilidad de Sagitario, y ser capaz de elevarse
constantemente hasta Dios, de poseer un pensamiento poderoso y de defender la ciudadela
de los Iniciados, de los hijos de Dios. Sagitario es el defensor que está
subido a las murallas desde donde vigila, con el arco tendido, para proteger el
Reine de Dios, la Fraternidad Blanca Universal.
10-. Debe vencer el orgullo,
la dureza y la intransigencia de Capricornio, para alcanzar, a través de la meditación
y la contemplación, las más altas cimas de las montañas espirituales.
11-. Debe vencer el
individualismo, la necesidad de escándalo y de rebelión de Acuario, para
fundirse con la inmensa comunidad de la fraternidad universal, en la vida
cósmica.
12-. Debe escapar de las
brumas y las prisiones internas de Piscis, y aprender su abnegación, renuncia y
sacrificio.
Así, el trabajo del discípulo
consiste en recorrer todos los signos, luchando consigo mismo contra todos los
enemigos: los jabalís, los lobos, los leones, los toros, las aves, las cabras,
los escorpiones, etc....
Cuando estos trabajos estén terminados y haya adquirido las doce virtudes, como Hércules, llegará a ser un Candidato.
A través de los mitos y de las religiones se encuentran indicios de la iniciación; el mismo lenguaje la misma sabiduría, solo las formas varían.
Por
todas partes se enseña al hombre cómo puede llegar a ser un ser superior, un
héroe, una divinidad.
Nosotros debemos esforzarnos
para perfeccionarnos e incluso, si no lo lograremos estaremos justificados
ante el cielo.
El cielo nunca nos acusará de
no haberlo conseguido; son los esfuerzos los que cuentan y estos depende de
nosotros.
Cuando el cielo vea que no cesamos en el esfuerzo, decidirá darnos todo lo que pidamos, y la alegría la luz, la belleza y la libertad s e derramarán sobre nosotros.
Estos regalos
serán seleccionados según quien los solicite, teniendo en cuenta su carácter,
su estructura y sus afinidades, así como el trabajo que hubiese realizado, en
función de lo que sea necesario para su evolución.
Al igual que el pez, cada
cual sacará estos regalos del océano cósmico y extraerá de ellos los elementos
susceptibles de formar su piel, su apariencia su inteligencia.
Podríamos extendernos más ampliamente sobre este tema, estudiar también las correspondencias que existen entre los doce signos del zodiaco y las doce piedras preciosas que formaban los cimientos de La Nueva Jerusalén, así como los doce apóstoles.
Por hoy,
contentaros con estas revelaciones, que va os proporcionan inmensas
posibilidades para vuestro trabajo espiritual.
Hagamos una Regeneración en
nuestras vidas con el fin de trabajar amorosa y sinceramente en el glorioso día
de la Liberación de nuestro Amado Maestro Cristo Jesus.
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