"USTEDES SON MIS AMIGOS"

 

"USTEDES SON MIS AMIGOS"

"Ustedes son mis amigos": se nos ha enseñado a practicar esta frase en nuestra vida diaria

"Vosotros sois mis amigos" (Juan 15:14-16). 

Una frase simple, que se diluye en el contexto grandioso de los Evangelios. No es raro que la profundidad de su significado pase desapercibida.

El hecho de que Cristo nos considere amigos trasciende cualquier posibilidad de conocimiento humano. 

Pero la naturaleza trascendental del hecho no nos impide meditar y sacar lecciones de él.

El Cristo, en lo que respecta a la evolución, está muy por encima de nuestra Ola de Vida. 

A pesar de la distancia evolutiva que nos separa, Él ha descendido a nuestro plano, es decir, ha habitado entre nosotros y nos considera amigos. 

Si este glorioso Ser puede considerarnos así, seguramente no podemos ser menos que amigos entre nosotros.

En la Biblia, se sigue la frase "Ustedes son mis amigos": "si hacen las cosas que yo mando". 

Lo que Él ordenó hacer, por supuesto, es practicar Sus Enseñanzas, las Enseñanzas Cristianas, en la vida diaria, para el despertar del Cristo Interno. 

Es la única forma en que podemos llegar a ser como Él, haciendo lo que Él hizo y cosas aún más grandes. 

Si nos esforzamos por hacerlo, seremos Sus discípulos, y más que eso, Sus amigos.

En este sentido, el concepto de amistad trasciende la idea generalmente aceptada de estima y afecto entre un grupo de individuos estrechamente relacionados y se eleva a un nivel indiscutiblemente superior, al plano de la amistad universal, en el que todos están incluidos.

Si hacemos lo que Él nos ha mandado, seremos Sus amigos en el sentido más elevado del término. 

También alcanzaremos el nivel ideal de amistad con nuestros semejantes, no solo con aquellos que buscan la iluminación espiritual a lo largo del camino que estamos tomando, sino con todos los viajeros en otras rutas.

Cuando lleguemos a ser amigos de Cristo, ciertamente inspiraremos amistad con las personas en virtud de nuestra conducta profundamente compasiva.

Lo mejor que podemos hacer por cada uno, individual o colectivamente, como miembros de la Fraternidad Rosacruz, se logrará a través de la amistad. 

Podemos ayudar a una persona porque la conciencia nos obliga a hacerlo; o porque tenemos piedad de él; o porque puede traernos alguna ventaja personal. 

En cualquiera de estas circunstancias podemos ser útiles. 

Pero solo cuando nos consideremos sus amigos, unidos por sentimientos de estima y comprensión, por encima de nuestros intereses personales, seremos verdaderamente útiles para él.

Cuando trabajan juntos, unidos e inspirados por los lazos de amistad, podemos lograr algo verdaderamente duradero.

Recordemos siempre que los Hermanos Mayores de la Orden Rosacruz, cuyas hermosas enseñanzas nos han unido en este Sendero de Preparación e Iniciación Rosacruz, honran a sus Discípulos de la misma manera que Cristo honró a Sus Apóstoles llamando a cada Discípulo Amigo.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico.