LA ESTRELLA DE BELEN

 

¿No era un cometa la Estrella de Belén ?

No, porque cada noche la Estrella de Belén brilla a medianoche tal como brillaba en el relato bíblico, y hoy puede ser vista por los sabios, mientras que para los demás permanece oculta. 

Esta estrella no es otra que el Sol espiritual de donde proviene el impulso del Espíritu del Cristo Cósmico.

Aquí está la clave de este misterio:

Los Evangelios no sólo cuentan la historia de la vida de un gran ser y sus discípulos. Por medio de imágenes y símbolos, representan los incidentes que esperan a los futuros iniciados en el camino del conocimiento; estas son en realidad formas de iniciación.

Durante el verano, cuando la Tierra se pone a trabajar produciendo el pan de vida para quienes la habitan, el Sol, que envía sus rayos vivificantes hacia nuestro planeta, está muy alto en el cielo. 

Todas las actividades físicas se llevan entonces al extremo y el hombre queda absorto en las ocupaciones materiales necesarias para su existencia. 

Pero cuando en invierno el Sol está debajo del ecuador y la naturaleza duerme, las influencias espirituales que emite son más poderosas. 

Cuando la oscuridad física aumenta, la luz espiritual es más brillante y alcanza su punto máximo en el nacimiento de los "Salvadores", en la noche más oscura del año, entre el 24 y 25 de diciembre, cuando el Sol inicia su viaje hacia el norte para salvar a la humanidad de el frío y el hambre que resultarían si permaneciera en las latitudes del sur.

En esta noche particular del año las vibraciones espirituales son las más fuertes de todo el año, es la Noche Santa por excelencia. 

Aquel en el que el neófito puede entrar más fácilmente en contacto consciente con las vibraciones espirituales. 

Por eso los neófitos entraban una vez a los templos en esta Noche Santa. 

Fueron puestos en estado de trance bajo la dirección de magos que les enseñaron a abandonar sus cuerpos, conscientemente, mediante un acto de voluntad. 

Entonces la Tierra se volvió transparente a sus ojos y vieron detrás de ella el Sol de Medianoche, la estrella resplandeciente. 

No el Sol físico, sino el Sol espiritual que es la verdadera estrella de Cristo, porque el Cristo cósmico es el Iniciado más sublime entre los Arcángeles radiantes, espíritus del Sol.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico