La importancia de la Oración en el proceso de Curación
Sería importante que el ser humano, en sus innumerables actividades y ocupaciones, reservara un lugar destacado a la oración, al impulso interior que le anima a invocar la ayuda y la mirada luminosa de Dios.
Un esfuerzo sincero por caminar con rectitud y confianza, para mejorar, puede considerarse una forma de oración, una práctica espiritual continua.
Sin embargo, cuando penetramos profundamente en el concepto espiritual detrás de la oración y las palabras expresadas, iluminamos nuestro ser con un significado más pleno y más amplio.
La oración transporta al hombre a las más altas alturas de la armonía divina; lo hace consciente de la presencia divina que lo habita y lo hace capaz de responder profundamente a ese Amor que vibra en nosotros y nos da vida. Nos hace sensibles a la necesidad de "orar constantemente"
Los discípulos de Cristo también sintieron la necesidad de esta experiencia espiritual y le pidieron que les enseñara a orar, deseosos de una forma de expresión que manifestara sus sentimientos.
El Padrenuestro , la oración del Señor a Dios, nos conecta con la Obra del Espíritu; el hombre es invadido por una corriente de poder divino que lo renueva.
Cada una de las siete partes en que se divide tiene su función, y un día tendrá que manifestarse a través de nuestro ser.
Cuando la oración "es dictada por una devoción pura y desinteresada, que contiene en sí altos ideales, es mucho más sublime que la concentración.
La oración nunca puede ser fría; lleva al místico a la Divinidad, en las alas del Amor".
La obra purificadora, regeneradora del Ego comienza cuando el AMOR penetra en el corazón, y el ser toma conciencia de su deseo de servir a la presencia interior de Dios, en sí mismo y en todos los hombres y en todas las cosas.
El poder de este amor divino nos trae el arrepentimiento, y entonces nuestros corazones sientan las bases para una vida purificada.
La oración es el poder, la energía, que elimina los obstáculos que se interponen en el camino de la espiritualización de la vida.
El pecado, la desarmonía que existe en nuestra vida no es más que la cadena de pensamientos y actos en los que persistimos y que nos alejan de la armonía y el equilibrio natural del Universo, obstruyendo la presencia y el amor de Dios en nuestros corazones.
Fluye libremente cuando lo invocamos en oración sincera,
La oración que emana de un espíritu y una actitud de amor perfecto atrae la perfecta salud física, mental y espiritual ; vivimos como oramos y viceversa.
No toda oración surge del arrepentimiento que nos hace conscientes del pecado y de la falta de armonía en la vida.
Hay oración que brota de la alegría, de la inspiración y del bienestar que atrae y conserva la vida plasmada en el amor divino.
En esto construimos los templos de nuestra alma, y encontramos el impulso que nos lleva a la perfección “a su semejanza”.
El fuego del amor que todo lo consume en sí mismo, la belleza y la Verdad inspiradas por Dios, están eternamente presentes en la oración y fluyen a través de nuestras acciones, nuestras realizaciones, magnificando y haciendo presente y completo Su Divino Plan en el mundo.
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de Mexico
