EL PODER CURATIVO DE LA MÚSICA
El creciente desarrollo de las potencialidades de la música, con respecto a la armonía de los "ritmos orgánicos" del ser humano, lo que resulta en una mejor salud física y mental, estándares morales más altos y una mayor mejora, es una manifestación significativa de la tendencia que nos lleva a la próxima Era de Acuario, de estándares más altos en todas las facetas de la vida.
Sin embargo, el misterioso poder de la música sobre el organismo humano sólo puede entenderse plenamente si primero nos damos cuenta de que el sonido ordenado y rítmico es el creador de todo lo que existe, como dice San Juan en los primeros versículos de su Evangelio:
"En el principio era Palabra... y ni una sola cosa, que fue hecha, fue hecha sin ellos".
Así vemos que todos los seres fueron creados por el poder del sonido, y además, cada uno tiene una "nota predominante", que establece su grado vibratorio básico y determina el tipo de música a la que es sensible.
Max Heindel dice: "Así, viendo que el organismo terrestre en el que habitamos está formado de acuerdo con líneas vibratorias producidas por la música de las esferas, podemos imaginar que las desarmonías que se expresan en la enfermedad son producidas, en primer lugar, por la desarmonía espiritual e interior.
Además, es evidente que si podemos tomar conocimiento exacto de la causa directa de la falta de armonía y remediarla, la manifestación física de la enfermedad pronto desaparecerá".
Refiriéndose al importante servicio que la música realiza para nosotros: la invita, incluso impulsa al Espíritu que habita en nosotros a reconocer su origen divino, así como sus potencialidades.
El tipo más elevado de música habla el lenguaje de los reinos espirituales y despierta en el Ego la noción latente de su poderosa herencia y alto destino.
Esta exhortación nos lleva a vivir conscientemente de acuerdo con las Leyes de Dios, desarrollando así nuestros poderes espirituales innatos, superando así la enfermedad y lo que llamamos muerte.
(De la revista "Rays from the Rose Cross", junio de 1965)
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de México
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