jueves, 7 de septiembre de 2023

LA SALUD BROTA DE LA GRATITUD

 



La Salud brota de la Gratitud

Un punto culminante se destaca entre las leyes que aseguran nuestro bienestar físico y espiritual: el sentimiento de gratitud, la capacidad sentimental de evaluar, ver y sentir todas las bendiciones y manifestar su gratitud por la generosidad de Dios. 

La puerta que conduce a la abundancia de bendiciones divinas, tanto materiales como espirituales, se abre de par en par al corazón humilde y agradecido. Sólo él puede evaluar la realidad y la riqueza de los dones de Dios. 

La salud física, la iluminación espiritual y el sustento material acompañan el despertar de aquellos que "entran por sus puertas con acción de gracias, y en sus atrios con alabanza" (Sal 100: 4).

Cuando, por la mañana, abrimos los ojos al despertar, debemos agradecer inmediatamente a Dios. 

Este sentimiento allanará el camino para el día que comienza con alegría, paz, ayuda y crecimiento interior. 

La actitud de gratitud establece una vibración que automáticamente nos atrae a la atención y asistencia de aquellos que brillan en los planos internos, que son, de hecho, los mensajeros de Dios.

El corazón agradecido está espiritualmente sintonizado con la "ola divina" y así mantiene su físico, los otros cuerpos y todos los asuntos en armonía cósmica, en perfecta normalidad. Incluso si has estado enfermo física, mental o psicológicamente, el nuevo hábito de ver lo bueno en todas las cosas, de evaluar los dones de Dios disponibles para todos, de sentir el amor divino invitando al disfrute de la felicidad permanente, te llevará a dar gracias por todo. 

Esta actitud positiva, humilde y amorosa seguramente reconstituirán el equilibrio de su instrumentación.

"En Dios vivimos, nos movemos y existimos" (Hechos 17:28); 

Su fuerza infinita está siempre a nuestro alcance, siempre y cuando estemos vibrando en una canción silenciosa de alabanza y acción de gracias. 

El coraje, el equilibrio interior, el entusiasmo y todo lo demás son la cosecha de aquellos que viven sembrando actos, en sentimientos y formas de pensar, el reconocimiento de la bondad de Dios.

"¡Oh, esos hombres que alabaron al Señor por Su bondad y por Su maravillosa obra hacia sus pequeños hijos humanos!"

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de México

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