viernes, 15 de septiembre de 2023

PARA TENER BUENA SALUD

 


PARA TENER BUENA SALUD

Para tener buena salud necesitamos tener armonía dentro y entre nuestros vehículos individuales (Cuerpo denso, Cuerpo Vital, Cuerpo Deseo y Mente). 

¡Porque el Espíritu, nosotros, no se enferma ni se enferma, nunca!

La salud es esencialmente armonía.

Cultivando la armonía dentro de nosotros mismos, pero una cómoda y preciosa armonía interior, también establecimos armonía con Dios, el Gran Médico del Universo. 

Es necesario entonces que no rompamos las Leyes de Dios, por ello la importancia de capacitarse en conocerlas y con ello vivirlas.

Si estamos de acuerdo y seguimos las leyes naturales, entonces estamos en armonía con el Plan Divino de Evolución. 

Nuestras energías están dirigidas a canales que están a nuestra disposición que involucran nuestra vida.

Cuando estamos bien, tranquilos, tenemos optimismo, fe, hacemos nuestras tareas con amor, con dedicación, todos nuestros componentes - físicos, mentales y espirituales- trabajamos armoniosamente, cada uno realizando su propia tarea que se les ha asignado.

Aquí en el Mundo Físico, donde renacemos, ya tenemos deudas que pagar, (LEY DE CONSECUENCIA/RENACIMIENTO) si hacemos más deudas, menos salud tendremos: en esta vida, porque activamos enfermedades latentes y en las próximas vidas, porque creamos condiciones para potencializar esas enfermedades latentes y generar quizá algunas nuevas.

Trabajando en armonía con las fuerzas superiores, favorecemos y ayudamos en los planes de Dios, si lo vamos haciendo de buena forma en esta debida comprension.

Como ignoramos las leyes naturales, las Leyes de Dios, trabajamos en contra de nosotros mismos, acumulamos más deudas y nos enfermamos más.

En este caso, nuestras energías se canalizan opuestas al progreso. 

Nuestros órganos físicos y vehículos superiores se ponen en desalineación, desajuste, desarmonía y no están de acuerdo unos con otros, dañando nuestros cuerpos densos.

Entonces trabajamos en contra de los propósitos de Dios y por lo tanto somos contrarios a los propósitos establecidos para nosotros mismos. 

El Yo Superior, el Dios dentro de nosotros, sucumbe ante la naturaleza inferior, (LA PERSONALIDAD) y por lo tanto la enfermedad es el camino inevitable, y por supuesto, con el sufrimiento.

El proceso de curación comienza entonces cuando restauramos la armonía dentro de nosotros, cuando comenzamos a revisar nuestro comportamiento, nuestra actuación, pensar, servir, dar, pensar en el otro, la búsqueda de crecimiento espiritual, finalmente: cuando colaboramos con el Plan Divino, porque es "dar lo que se recibe". 

Es decir: ¡el proceso de curación no implica sólo recibir, si no darnos en amoroso servicio!

Si todo esto no está en línea con los valores espirituales, no podemos esperar bendiciones, ni curación ni buena salud.

Necesitamos entonces tener un deseo sincero de expresar compasión, simpatía, bondad, nobleza, pureza, humildad, deseo de servir amorosa y anónimamente, ser impersonal, cooperar, que contribuya al alcance de esta armonía, que es la base de todo bienestar.

Como hemos visto, no podemos ni debemos esperar que hagan las cosas por nosotros, pero debemos darnos cuenta que es nuestra obligación trabajar juntos para que todo vaya de acuerdo con las Leyes de Dios.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de México

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