LA RESPONSABILIDAD ESPIRITUAL Y EL ANGOSTO CAMINO

 

LA RESPONSABILIDAD ESPIRITUAL Y EL ANGOSTO CAMINO

Algunos vislumbres de las condiciones de la vida superior son percibidos gradualmente por aquellos que recorren el camino de la preparación. 

Cada nuevo paso dado en la realización espiritual revela una mayor preparación para asumir mayores responsabilidades espirituales. 

En sintonía con esto, a medida que la conciencia del Aspirante se expande, se da cuenta de que muchos de sus hábitos y/o forma de vida no son congruentes con esos atisbos de verdad sentidos.

La toma de conciencia de la necesidad del cambio, por desgracia, no va acompañada de facilidades, y tanto la personalidad (yo inferior) del Aspirante como su entorno (círculo relacional, incluyendo los así más cercanos entre ellos el círculo familiar y social) pueden no seguir este movimiento y con cierta estrategia de prueba, le hacen saber al aspirante, para que hace eso, por que, que importancia tiene, la vida es un constante pasar ratos agradables, complaciendo los sentidos en compañía de amigos, familia, acentuando que eso no tiene nada de malo y que todo mundo regularmente lo lleva a cabo.

En el nivel de la personalidad, el Aspirante encuentra que los pensamientos e impulsos indeseables no lo abandonan y se ve constantemente en gran batalla, sujeto a el libre albedrío que deberá llevar a cabo, sabiendo con certeza que lo detendrá y volverá a seguir descendiendo o le impulsara a seguir adelante aunque el camino es angosto y pesado.

Por el contrario, parecen intensificarse. 

En vuestro entorno, notaréis que es difícil ir en contra de las ideas a las que se adhieren las masas y que es mucho más difícil llevar una vida de bondad, inocuidad y pureza. 

Es probable que se produzcan conflictos interpersonales, con amigos, familiares y compañeros de trabajo. 

Es por ello fundamental desarrollar las habilidades sociales, la comunicación, tolerancia y sencillez para hacer frente a este tipo de conflictos.

La percepción y la conciencia expandida solo se logran cuando el aspirante ya ha dado prueba de su constancia y altruismo, porque solo así alguien puede ser un firme guardián de los inmensos poderes resultantes, que tanto pueden servir para el bien como pueden ser utilizados para el bien o para el mal.

“¿Quién es el mayordomo fiel y prudente que el amo pondrá a cargo de su casa para alimentar a todos a su debido tiempo? 

¡Feliz el empleado que el jefe, al llegar, se encuentra actuando así! 

En verdad os digo, el Señor le encomendara la administración de todos sus bienes. 

Pero si ese sirviente piensa: 'Mi amo se está demorando', y comienza a golpear a los sirvientes y a las siervas, a comer, a beber y a emborracharse, el amo de ese sirviente llegará en un día inesperado y a una hora inesperada, él lo partirá por la mitad y lo hará partícipe de la suerte de los infieles. 

Aquel empleado que, conociendo la voluntad del amo, no preparó nada, ni actuó conforme a su voluntad, será azotado muchas veces. 

Sin embargo, el empleado que no sabía esto e hizo cosas que merecen castigo será azotado varias veces. 

A quien mucho se le da, mucho se le pedirá; ¡A quien mucho se le ha confiado, mucho más se le requerirá!” (Lucas, 12: 42 – 48)

Tener responsabilidades espirituales como las mencionadas en la parábola significa trabajar con las Leyes de Dios que rigen la vida del Aspirante y de todos los que están insertos en su círculo inmediato de acción. 

Significa imitar a Cristo en este círculo. 

La gran dificultad es vencer la tendencia a concebir sólo ideas y sentimientos nobles, pero nunca materializar estos ideales en el mundo físico. 

Y la dificultad para expresar tales ideales de espiritualidad en la vida cotidiana es proporcional al grado en que estemos dispuestos y capaces de asumir la vida verdaderamente cristiana en los Ideales de la Vida Superior, la Luz y el Amor Divino.

Cuantas más verdades le sean reveladas al aspirante a la vida superior, menos paz, descanso, objetos personales y situaciones llenarán su camino. 

“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la salvará.” (Lc 9, 23-24).

Es importante que el Aspirante inicie la búsqueda de las barreras invisibles que lo hacen caminar hacia atrás y no alcanzar nuevos estadios de realización espiritual. 

Por ejemplo, cada vez que nos enfrentamos a la incongruencia entre la verdad y la realidad, podemos sentirnos tentados a sentirnos impotentes. 

Terminamos teniendo pensamientos pesimistas como: “no estoy a la altura de la responsabilidad que he asumido” o “todo esto es una pura utopía” o incluso, “hay ciertos hábitos o rasgos en mi personalidad que es inútil luchar por transmutarlos”. a ellos". 

En otras palabras, percibe que hay un gran abismo entre la verdad sentida y la realidad vivida y, para hacer realidad esta verdad, se requerirá la renuncia a toda una actitud referencial condicionada (o automática) de vivir, que constituye su identidad inferior, ese lastre y dominio que por mucho años han influido en la vida diaria

Este sufrimiento, que el estrecho camino de la santidad y la consagración a una vida de altruismo, amoroso servicio y misericordia, sin embargo, debe servir de combustible para que el Aspirante encuentre fuerzas para transmutar sus piedras en bruto (sus cuerpos impuros y subdesarrollados) en piedras preciosas como el oro, el rubí. y el diamante. 

El camino de preparación nos salva de una vida de sufrimiento, de renuncia y de trabajo. 

A pesar de ello, el sentimiento permanente de plenitud y certeza de estar en el camino no se compara con ningún disfrute mundano o concepto de felicidad material que ofrece el mundo ordinario.

“ Quien no trabaja no tiene derecho a comer”. 

Comer significa disfrutar o compartir con Cristo, el pan de vida. 

“ALEGRAOS y ALEGRAOS, vuestra recompensa será GRANDE en los cielos, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros” (Mateo 5:12).

Querido amigo (a) estas líneas están escritas a saber que aunque creas que estás solo o sola, un Grupo reducido de humanidad, aspira como tu a seguir adelante y con ello seguir fielmente nuestro Ideal que es "Que el Cristo se forme en Vosotros"

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de México