Una Historia Antigua:
Del Libro Esenio o el Maestro de Justicia
"Y el Maestro se llevó a las orillas del arroyo
donde la gente estaba se reunieron
los que tenían hambre de sus palabras.
Y…(le preguntaron a Jesús) “Maestro,
dinos cuáles son esas cosas que
deberíamos considerar de alto valor,
y cuáles son esas cosas que debemos despreciar?"
Y el Maestro respondió:
"Todos los males que sufren los hombres
son causados por aquellos
cosas sin nosotros;
porque lo que está dentro de nosotros
nunca puede hacernos sufrir.
un niño muere,
una fortuna se pierde, la casa y los campos se queman,
y todos los hombres están indefensos, y lloran
"¿Qué haré ahora?
¿Qué me sucederá ahora?
¿Vendrá esto a pasar?"
Todas estas son las palabras de los que se afligen
y se regocijan por los acontecimientos que
les suceden cosas que no son de su incumbencia.
Pero si nos lamentamos
lo que no está en nuestro poder,
somos como el niño que llora cuando el
el sol deja el cielo.
Antiguamente se dijo:
No codiciarás cosa alguna que sea de tu prójimo;
y ahora te digo que no desearás cosa alguna que
no está en tu poder,
porque sólo lo que está dentro de ti te pertenece; y
lo que está fuera de ti pertenece a otro.
En esto reside la felicidad;
saber lo que es tuyo y lo que no es tuyo.
Si quieres tener vida eterna,
Aférrate a la eternidad dentro de ti,
y no te aferres a las sombras del mundo.
de los hombres,
que tienen simiente de muerte".
¿No está todo lo que sucede sin ti,
fuera de tu poder?
Es. y tu conocimiento del bien y del mal, ¿no está dentro de ti?
Es. ¿No es, entonces, en tu poder,
para tratar todo lo que sucede a la luz de la sabiduría y
amor, en lugar de tristeza y desesperación?
Es. ¿Puede alguien impedirte que hagas
¿de este modo? Ningún hombre puede.
Entonces no gritaré:
"¿Qué haré? ¿Qué haré ahora?"
Que puede ocurrirme? ¿Acontecerá esto?"
Porque pase lo que pase, tú
lo juzgarás a la luz de la sabiduría y del amor,
y verás todas las cosas con los ojos
de los Ángeles".
Extraído de El Evangelio de los Esenios página 79, traducido del hebreo y Texto arameo de Edmond Bordeaux Szekely
Fraternidad Rosacruz de México
No hay comentarios:
Publicar un comentario