CRECIMIENTO ESPIRITUAL A TRAVES DEL SERVICIO
“ Di a los israelitas que me traigan una ofrenda.
Recíbelo de todo aquél cuyo corazón lo impulse a dar. ′′ (Éx 25:2).
“ Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. ′′ (Mt 10:7-8).
“ A quien mucho se le da, mucho se le exigirá; y a quien mucho se le ha confiado, mucho más se le pedirá .” (Lc 12,48).
“ Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando se os dará.
Porque la medida que uses también se usará para medirte. ” (Lucas 6:38).
“Y esto digo:
El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente segará.
Cada uno debe contribuir como lo ha decidido en su corazón; no de mala gana, ni por necesidad; porque Dios ama al dador alegre' ”. (II Cor 9, 6-7).
Estos hermosos versos, tan llenos de verdad espiritual, han sido violados a lo largo de los siglos, a menudo por los esfuerzos voluntariosos de individuos frívolos, con el propósito de obtener ganancias monetarias en movimientos temporales o programas efímeros de acción.
Haríamos bien en volvernos como niños, leyendo estos versículos una y otra vez como si fuera la primera vez.
El tiempo de la ley pasa lentamente.
Ya no debemos ordenar nuestra vida según oscuros preceptos, como el que dice que “el Espíritu , en sí mismo, ha ido aprendiendo a cooperar con las Leyes Universales, que son las Leyes de Dios , no por el miedo, sino por una vaga conciencia de interés propio”.
Este principio es parte de una técnica esotérica que apela al interés propio, bajo la justificación de que no podemos alcanzar la realización espiritual de una sola vez y que ésta es un medio indirecto para que el individuo controle sus poderes latentes y conquiste la expansión de la conciencia, haciéndolo así apto para un mejor trabajo al siguiente.
Sin embargo, pensándolo bien, esta es una forma sutil de egoísmo, de hacer que el individuo se concentre en sí mismo y se acostumbre a pensar sólo en su crecimiento espiritual. Es contrario al principio de “buscar primero el Reino de Dios y su justicia, para que los demás sigan después”
(Mt 6,33).
Además, qué alegría puede venir de este esfuerzo?
En la Filosofía Rosacruz aprendemos a vivir la tónica: SERVIR. Al permanecer como un canal abierto para el influjo vitalizador y amoroso de la Luz Divina, debemos mantener nuestro poder de proyección.
Sin embargo, debemos usar nuestras energías con discernimiento, evitando la pretensión de hacer por los demás lo que deberían hacer por sí mismos.
Ayudar es preparar a los más débiles para no depender de los demás y servir conscientemente.
Es cierto que el servicio implica desempeñar el papel de servidor.
Sin embargo, la fase cristiana de “siervo y sufriente” casi ha terminado.
Debemos mirar hacia la igualdad de la Fraternidad, cuando, entonces, podremos llamar a cada uno:
Amigo. Desde nuestro punto de vista terrenal y en el estado de semiceguera en que nos encontramos, el camino parece contener muchos altares y en ellos estamos invitados a sacrificar a nuestros preciosos seres inferiores.
Dentro de nuestra familia no necesitamos ser otra cosa que lo que somos, auténticos, porque nos conoce a través del conocimiento que da el corazón.
¿Somos lo suficientemente convencidos y consistentes para que los demás sepan lo que está más escondido en nuestro corazón?
¿Experimentamos una extraña alegría por el hecho de que estamos vivos y conscientes?
El más simple gesto o lágrima compasiva, una sonrisa acompañada de un amor muy desarrollado, tienen el poder inherente de hacer fluir la vida de nuestro hermano en una paz inefable.
Que consultemos a menudo nuestro corazón, dando lo mejor de nuestro amor y comprensión, para que nuestros amados hermanos no tengan que depender de nuestros servicios, sino que se desarrollen con nosotros, como iguales, fuertes y confiados de espíritu,
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de Mexico
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