UNIDOS VENCEREMOS

 

“Unidos nos mantenemos, divididos fracasamos”

Es nuestro privilegio ayudar a la humanidad a salir de las profundidades de la desesperación en la que se encuentra ahora, practicando diariamente el servicio amoroso y desinteresado enfocado en la esencia divina escondida que está en cada hermano y hermana que están a nuestro lado. 

Consideremos juntos qué significa servicio. 

Es una entrega de nosotros mismos para trabajar incansablemente, para quitar los tropiezos del camino de las personas.

La mejor manera de hacerlo es tomándonos de las manos para que podamos ganar fuerza para servir en el trabajo de los Hermanos Mayores. 

Entonces, ¿no pueden ver que debemos preservar la armonía en nuestras filas, estar de corazón con corazón y hombro con hombro para dar la fuerza que tanto necesitan todos los que nos preceden para trabajar juntos? 

Debemos forjar los eslabones de la cadena de nuestra Fraternidad con amorosa devoción a la Causa Rosacruz, porque "ninguna cadena es más fuerte que su eslabón más débil".

Entonces, como siempre buscamos la ayuda de aquellos que se desarrollaron antes que nosotros, debemos tender la mano para ayudar a aquellos que están después de nosotros en la escalera de la evolución. 

Abramos la cúpula del cielo y abramos las compuertas de nuestras almas para que podamos recibir la luz de lo Alto. Vivid la vida “ y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres ”. [1] es tan válida hoy como lo era hace dos mil años.

La compasión no es sentimiento, es la Ley. 

Debemos tener esta gran compasión por todos; que el corazón nunca descanse, sino que escuche siempre el grito de la humanidad doliente. 

Debemos ser tolerantes con las deficiencias de los demás, ya que esperamos lo mismo de nosotros. 

“Que brille nuestra luz” para que todos puedan verla en nuestros rostros. 

Que nuestras manos hagan solo obras nobles, buenas y verdaderas.

Que nuestros pies estén siempre listos para deslizarse rápidamente y aliviar las penas de los demás. 

Entonces algún día la humanidad pisará el plano superior de pensamiento y acción y el Cristo será liberado de la Tierra. 

Entonces los hombres y mujeres viviremos la vida de Cristo y podremos atraer almas angélicas para que moren con nosotros como niños pequeños; el mal desaparecerá y un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra serán nuestros para habitar, porque es solo viviendo la Regla de Oro de Dios que tendremos la Edad de Oro del Hombre—“unidos nos mantenemos, divididos fallamos” [2] .

(Publicado en Mount Ecclesia Echoes #3, 10 de agosto de 1913 – y traducido por  la Fraternidad Rosacruz de Mexico.

[1] NT: Juan 8:32

[2] NT: de la moraleja de la fábula “El león y los 3 bueyes” de Esopo, escritor griego.