El Segundo Trimestre: Abril, Mayo y Junio
Los antiguos persas llamaban al mes de abril el mes del paraíso, y los primeros padres cristianos declararon que fue durante esa estación de encantamiento cuando el Sol entró en Aries que Dios dio forma al Planeta Tierra, y todo lo que habita en él.
Abril generalmente se considera un mes de resurrección.
Cuando el Señor Cristo asciende a los reinos internos, estos toman la apariencia de una masa fundida de oro brillante.
En la leyenda del Santo Grial, los Caballeros dijeron que el Viernes Santo una paloma descendió del cielo para reemplazar el agua de vida en el Santo Grial, y que pudieron obtener alimento espiritual de ella durante todo el año venidero.
Por eso el Señor resucitado derrama Su amor y espíritu para nutrir a todos los seres vivos del Planeta Tierra.
Si no fuera por esta reposición anual, los campos estarían yermos y los árboles y las vides no darían fruto.
A la luz de este hecho, se puede observar que el Señor Cristo pronunció una verdad profunda y literal cuando dijo a sus discípulos en la Última Cena: “Este (pan) es mi cuerpo que es dado por vosotros: …
Esta copa es la nueva alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros”.
Una de las festividades más bellas del año es la Ascensión, que ocurre cuando el Sol pasa por Tauro (mayo) para ir a Géminis (junio).
Es cuando falange tras falange de Seres Celestiales se arrodillan para adorar la exaltada presencia de Cristo , y hasta las estrellas se unen en una sinfonía proclamando Su majestad y gloria.
Durante este festival divino, Su resplandor impregna la Tierra con un resplandor indescriptible, haciendo que tanto el reino espiritual como el físico resplandezcan.
Como la naturaleza está en perfecta armonía con las corrientes superiores del Cristo durante los cuarenta días entre la Resurrección y la Ascensión, el período tiene un significado espiritual tan alto que es un tiempo de esperanza para el Discípulo, despertar dentro de uno mismo los poderes de la clarividencia, la clariaudiencia y otros dones del espíritu pertenecientes al verdadero Discipulado.
Durante el mes de junio, Cristo se convierte en un canal de radiación enviado por los Serafines, la Jerarquía de Géminis.
Es allí donde Cristo entra en contacto con el Espíritu Santo , el tercer aspecto de la Trinidad. Una de las notas clave de Géminis es la ACTIVIDAD; nótese: es también una de las notas clave del Espíritu Santo.
Por esta actividad los Serafines transmiten hacia abajo los misterios del Espíritu Santo al Signo opuesto a Géminis, es decir Sagitario, los Señores de la Mente.
Aquí, pues, esperan que el ser humano se desarrolle y se ilumine hasta el punto en que sea capaz de comprender y aplicar los poderes del Espíritu Santo. en tu vida cotidiana.
En la actualidad, la humanidad es débilmente capaz de absorber los misterios relacionados con el principio y los poderes del tercer aspecto de la Trinidad.
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de Mexico
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