El Tercer Trimestre: Julio, Agosto y Septiembre
Cuando el Sol entra en Cáncer, en el mes de julio el Señor Cristo asciende a Su propio mundo, el Mundo del Espíritu de Vida.
Este es el reino donde reinan supremamente la unidad y la armonía; también, es la esfera de la conciencia que los primeros Discípulos de Cristo contactaron en el Día de Pentecostés.
Esto será logrado por toda la humanidad avanzada al final del Período Terrestre actual.
A través de la operación del Cristo Cósmico , es aquí que el Hijo o el Verbo principio y el segundo aspecto de la Trinidad, nuestro Bendito Señor, contacta a la Jerarquía de Cáncer, Querubines.
Estos Seres celestiales son los guardianes de todos los lugares Santos en el cielo y en la tierra.
Contienen incluso el mayor misterio de la vida.
Bajo la guía del Señor Cristo , este misterio sagrado se transmite hacia abajo desde Cáncer a su signo opuesto, Capricornio, y se suministra a los Arcángeles.
Fue por eso que el Salvador del Mundo, que vino a la Tierra proclamando el misterio del Espíritu Santo , nació bajo el signo de Capricornio.
La observancia conocida eclesiásticamente como la Fiesta de San Juan Bautista, el Precursor de Cristo , ocurre durante la estación del Solsticio de Junio.
En julio el alma de la Tierra se impregna de puro éxtasis.
El cielo se inclina hacia abajo, mientras que la Tierra se eleva.
En el divino intercambio de fuerzas espirituales se consuma el Matrimonio Místico entre el cielo y la tierra.
En el espacio de cuatro días, las corrientes del deseo se aquietan de tal manera que las fuerzas espirituales se vuelven cada vez más operativas.
Entonces, la Tierra se inunda literalmente con la luz blanca pura del espíritu. El Discípulo que aprende a sintonizarse con este poderoso influjo recibirá un despertar de conciencia espiritual inimaginable.
Cuando el Sol alcanza el punto más alto de su ascensión por el norte, el Cristo también asciende al reino espiritual descrito en la Biblia como el trono del Padre.
Esto se conoce en la terminología Rosacruz como el Mundo del Espíritu Divino , la morada del Dios de este Sistema Solar.
Dios es Amor y Dios es Luz. El AMOR y la LUZ son notas clave de la Jerarquía de Leo, los Señores de la Llama ( Amor ).
Bajo la supervisión de los Señores de la Llama , y unido a los poderes del Padre, el primer aspecto de la Trinidad, el Señor Cristo trabaja con el poder supremo del amor, la fuerza estabilizadora de la Tierra.
Aquí Él se convierte en el canal de ese poder, mientras rota la Tierra sobre su eje y la hace girar en su órbita alrededor del Sol.
Este poder de amor se transmite por la Jerarquía de Leo a su signo opuesto, Acuario; así, éste será el poder que animará la nueva Era de Acuario .
En esta estación, las influencias cósmicas brindan la mayor ayuda al aspirante a Discípulo para hacer del amor la fuerza dominante y motivadora de su vida.
Es hora de embellecer cada una de tus palabras, pensamientos y actos con esta magia del corazón.
El capítulo trece de la Primera Epístola de San Pablo a los Corintios, uno de los más grandes cantos de amor del alma, es el mantra perfecto tanto para la meditación como para la motivación durante el período en que el Sol transita por el majestuoso signo de Leo .
En septiembre, el Señor Cristo regresa de la gloria de los cielos más altos y comienza Su descenso a los reinos físicos.
A lo largo de este mes, la tierna y anhelante belleza de la naturaleza se manifiesta como ninguna otra estación, pues el Cristo comienza a cubrir la tierra con su tierno dolor, y se siente como cuando lloró en Jerusalén hace mucho tiempo.
Sus lágrimas fueron derramadas porque sabía el largo tiempo de dolor y sufrimiento que la humanidad debe atravesar, habiendo elegido las tinieblas sobre la luz.
Su gran corazón estaba entristecido por las oscuras nubes que envolverían a Jerusalén, incluso el corazón del Planeta que Él había dedicado a Su propio servicio y sobre el cual había derramado Su inmenso amor.
Septiembre es otro mes de preparación para el Discípulo.
Una de las palabras clave de Virgo es SACRIFICIO. Discípulo fervoroso , preparándose con sacrificio y abnegación para participar en las festividades de los últimos meses del año venidero, medita frecuentemente en la nota clave de Virgo: “El que quiera ser el mayor entre vosotros , sé el servidor de todos.”
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de Mexico
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