martes, 4 de abril de 2023

LAS BIENAVENTURANZAS


 

LAS BIENAVENTURANZAS

Del Libro: INTERPRETACIÓN ESOTERICA DEL EVANGELIO DE SAN MATEO

“Bienaventurados los humildes de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.”

Según John Scott, en su libro Los cuatro evangelios esotéricamente interpretados, los humildes de espíritu representan aquellos que no muestran orgullo o vanidad por sus conquistas y realizaciones en la tierra, sino que siguen a través de la vida, de forma humilde y modesta, amando y sirviendo a sus hermanos. 

Los que tienen ojos para ver, nunca se vuelven orgullosos en espíritu, porque están conscientes de la majestad y resplandor de los planos superiores, y de cuánto tienen que caminar y trabajar para llegar a los planos más altos.

Corinne Heline destaca, que la nota clave de esa bienaventuranza es la humildad por parte de quien reconoce el poder de Cristo de controlar todas las manifestaciones y fenómenos sobre la tierra. 

El planeta correlacionado a esa bienaventuranza es mercurio, en que la humildad se expresa por medio de una mente cristianizada.

“Bienaventurados lo que lloran, porque serán consolados.” John Scott nos dice que todos los que persiguen el camino espiritual conocen las dificultades y sufrimientos que los hacen llorar en cuanto aspiran a la vida superior. 

Esos serán bendecidos por el trabajo hecho, y reconfortados con sus resultados.

Heline dice, que la nota clave de esa bienaventuranza es el hecho de confortar. 

Según ella, las lamentaciones, solo hablan al respecto del presente estado de desenvolvimiento. 

La elevación de la conciencia del ser humano a una conciencia Cristianizada traerá la paz que ultrapasa todo el entendimiento. 

El planeta correlacionado con esa bienaventuranza es Venus, pues el amor es el antídoto del mal.

“Bienaventurados los mansos, porque heredaran la tierra.” Explica John Scott, que quien estudia la filosofía Rosacruz, sabe que la tierra es un espíritu cristalizado, cuyas condiciones se tornaran cada vez más etéreas y sutiles hasta que alcancemos las condiciones más elevadas tales como las que prevalecían en el Jardín del Edén. 

Y esa es la futura tierra que nosotros heredaremos, como fruto del esfuerzo colectivo de espiritualización.

La nota clave de esta bienaventuranza, según Heline, es la mansedumbre, o la impersonalidad, o sea aquella renuncia que se gana por medio del Getsemaní, y transformada después en la conciencia de la ascensión. 

Heline correlaciona esa bienaventuranza con la luna, que atrae y hace crecer. Nuestro ritual de la luna llena y nueva para los Probacionistas esclarece la importancia de la luna en el crecimiento espiritual.

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos seránsaciados.” 

Según John Scott, los aspirantes a la vida superior desean ardientemente llegar a esa condición de plena justicia y están, por lo tanto, hambrientos y sedientos de alcanzarla. 

Así lo conseguirán si permanecen fieles a sus objetivos. “Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzaran misericordia.” 

Para John Scott, los misericordiosos que alcanzaran misericordia, representan aquellos que están sujetos a la ley de causa y efecto, serán capaces de agregar a sus actos, uno de los mayores valores dados por Cristo, el amor. 

Es muy común asociar a la ley de causa y efecto solamente la expiación de nuestros errores y pecados. 

Pero esa ley opera también en la retribución del bien practicado, lo que ocurre en el primer cielo después de nuestra muerte. 

El esfuerzo humano de imitar a Cristo nos lleva al cumplimiento de la ley de causa y efecto en sus aspectos más sublimes, dulcemente enfatizados por San Francisco en su frase “Es dando que recibimos”.

La nota clave para esa bienaventuranza, según Heline, es la misericordia, la compasión de origen divino que se manifiesta en todos los planos. 

El planeta correlacionado es Júpiter, el planeta de la bondad y de la benevolencia. 

El rayo de Júpiter de la misericordia y de la compasión atrae para el ser, beneficios de la misma naturaleza, confirmando la visión más elevada antes expuesta, de la ley de causa y efecto.

“Bienaventurados los puros de corazón, porque verán a Dios.” John Scott dice que los que tienen ojos para ver, saben que solamente aquellos que vibran en elevadas y puras frecuencias, son capaces de sintonizarse con los mundos celestiales. 

No podemos, pues, tener conciencia de Dios, a no ser que poseamos sus atributos, representados por el Amor, por la Verdad y por la Pureza.

Heline dice, que la nota clave de esa bienaventuranza es la pureza a través de la transmutación. 

El planeta correlacionado es Marte, cuyo principal trabajo en el desenvolvimiento espiritual, es la transmutación. 

Recordemos que uno de los signos regidos por Marte es Escorpión, el signo de la regeneración.

“Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.” Dice John Scott que lo que distingue a los estudiantes avanzados de los demás, son, el equilibrio y la paz interior. 

Tener paz interior, es requisito fundamental para poder irradiarlo en el ambiente, y a los demás. 

Es cuando silenciamos la personalidad y alcanzamos la paz interior que podemos oír la voz silenciosa que nos habla desde dentro, y muestra que definitivamente, somos Hijos de Dios.

Para Heline, la nota clave asociada, es la armonía, la ley subyacente a todos los trabajos constructivos del adepto. 

El astro correlacionado, es el propio Sol. El Sol es la vibración de Cristo sobre la Tierra. 

Solo cuando el Cristo interno es despertado, alcanzamos la perfecta paz.

“Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” 

Cuando vivimos en el mundo físico, sin a él pertenecer, iremos a pasar por muchos Getsemanis. 

La desarmonía y el egoísmo de las personas de mente materialista nos hacen sufrir. Las atmosferas creadas por la bebida, por el humo y por muchas otras condiciones no compatibles con los valores espirituales, serán desagradables para nosotros, contrastando con la belleza de lo espiritual, que es la meta del aspirante.

Corinne Heline explica que la nota clave asociada, es la persecución, la más sutil de todas las pruebas. 

El planeta asociado es Saturno, cuando el camino se torna tan estrecho, como el filo de una navaja. Saturno es el látigo del sufrimiento para el neófito. 

La corona de espinas, se vuelve un halo de radiación solamente después de la iniciación.

Bienaventurados sois cuando, por mi causa, os injuriaren y persiguieren, y mintiendo dijeren todo lo malo contra vosotros, regocijaos y alegraos, porque es grande el galardón en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que vosotros. 

Para John Scott, los estudiantes de ocultismo saben, que cuando nos apartamos de los anhelos comunes cultivados por la mayoría, nos volvemos inmediatamente objetivos de las críticas de aquellos de los cuales nos atrevimos a ser diferentes. 

Sin embargo, debemos a aprender a aceptarlo sin resentimiento, y ofrecer por el contrario todo nuestro amor, sabiendo que aquello que conquistamos es nuestro por merecimiento, y nadie nos lo podrá quitar. 

Ni siquiera nosotros mismos podemos hacerlo, pues tambien tenemos en nuestro interior, esas “personas” que no quieren que seamos diferentes, y que forman nuestra personalidad. 

Trabajemos, pues, por la espiritualización de nuestras facultades aún impuras, con amor, paz y paciencia, hasta que seamos capaces de convertir toda nuestra “Tierra”, o sea, nuestros cuerpos, en Templos para la morada de nuestro Espíritu.

Para Heline, la nota clave de esa bienaventuranza, es el autocontrol, y la nota clave dada a cada discípulo de los Misterios Cristianos. 

El planeta asociado es Neptuno, el planeta de la Divinidad. Cuanto más alto aspiremos, mayor probabilidad tendremos de ser mal entendidos por los demás. 

Por el contrario, la incitación al regocijo y a la exaltación, sintetiza todas las más elevadas cualidades de todos los planetas que forman nuestra recompensa.

En Amoroso Servicio

Fraternidad Rosacruz de Mexico

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