Luego de llegar al Trono o Casa del Padre,
el Señor Cristo se prepara para regresar a Su Mundo
Al entrar el Sol en Cáncer, en el mes de julio el Señor Cristo asciende a Su propio mundo, el Mundo del Espíritu de Vida.
Este es el reino donde reinan supremamente la unidad y la armonía; también, es la esfera de la conciencia que los primeros discípulos de Cristo contactaron en el Día de Pentecostés.
Esto será logrado por toda la humanidad avanzada al final del Período Terrestre actual .
A través de la operación del Cristo Cósmico, es aquí que el Hijo o el Verbo principio y el segundo aspecto de la Trinidad, nuestro Bendito Señor, contacta a la Jerarquía de Cáncer, Querubines.
Estos Seres celestiales son los guardianes de todos los lugares Santos en el cielo y en la tierra.
Contienen incluso el mayor misterio de la vida. Bajo la guía del Señor Cristo, este misterio sagrado se transmite hacia abajo desde Cáncer a su signo opuesto, Capricornio, y se suministra a los Arcángeles.
Por eso, el Salvador del Mundo, que vino a la Tierra proclamando el misterio del Espíritu Santo, nació bajo el signo de Capricornio.
La observancia conocida eclesiásticamente como la Fiesta de San Juan el Precursor de Cristo ocurre durante la temporada del Solsticio de Junio.
En julio el alma de la Tierra se impregna de puro éxtasis.
El cielo se inclina hacia abajo, mientras que la Tierra se eleva.
En el divino intercambio de fuerzas espirituales se consuma el Matrimonio Místico entre el cielo y la tierra.
En el espacio de cuatro días, las corrientes del deseo se aquietan de tal manera que las fuerzas espirituales se vuelven cada vez más operativas.
Entonces, la Tierra se inunda literalmente con la luz blanca pura del espíritu.
El discípulo que aprenda a sintonizarse con este poderoso influjo recibirá un despertar de conciencia espiritual inimaginable.
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de México
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