06-Junio: Llegada del Señor Cristo al Trono o Casa del Padre
Durante el mes de junio, Cristo se convierte en un canal de radiación enviado por los Serafines , la Jerarquía de Géminis.
Es allí donde Cristo entra en contacto con el Espíritu Santo , el tercer aspecto de la Trinidad.
Una de las notas clave de Géminis es la ACTIVIDAD; nótese: es también una de las notas clave del Espíritu Santo.
Por esta actividad los Serafines transmiten hacia abajo los misterios del Espíritu Santo al Signo opuesto a Géminis, es decir Sagitario, los Señores de la Mente .
Aquí, pues, esperan que el ser humano se desarrolle y se ilumine hasta el punto en que sea capaz de comprender y aplicar los poderes del Espíritu Santo. en su vida cotidiana.
En la actualidad, la humanidad es débilmente capaz de absorber los misterios relacionados con el principio y los poderes del tercer aspecto de la Trinidad.
Cuando el Sol sale hacia su punto más septentrional del cielo en junio, transita por el signo de Géminis, la constelación que marca una doble impresión en el cuerpo-templo humano.
Rige las dualidades del cuerpo: pulmones, hombros, brazos y manos en particular.
También mantiene el patrón cósmico del andrógino perfecto en el que las potencias masculina y femenina están en equilibrio.
Esta es la realización de los Iniciados de los Grandes Misterios de Cristo.
Este logro trae inmunidad contra la enfermedad y la vejez.
Y como la conciencia permanece intacta, independientemente de si estos Iniciados están encarnados o desencarnados, la muerte tal como la conocemos nunca la experimentan, porque su conciencia está centrada en la inmortalidad ininterrumpida.
El solsticio de junio, donde se celebra el Solsticio de Verano, ocurre cuando el Sol entra en Cáncer (alrededor del 21 de junio) y también está en sintonía con el principio de la fertilidad.
Es en obediencia a este principio activo en la naturaleza que las semillas estallan en un ciclo de manifestación.
La luz, la libertad y la alegría son cualidades dominantes de la temporada de verano.
En consecuencia, muchas personas, particularmente en Europa, celebran esta época del año con música, baile y festividades exuberantes.
En los Misterios antiguos se celebraba como una fiesta de la cosecha.
El ejemplo literario más conocido de estas fiestas del solsticio de junio es El sueño de una noche de verano de Shakespeare, un gran festival esotérico de hadas y sílfides.
La liturgia cristiana asocia este tiempo a la fiesta de San Juan Bautista, el Precursor (24 de junio), que precede y anuncia el siguiente Solsticio, el de diciembre, o Natividad de Cristo: de ahí las palabras de San Juan Bautista:
“Yo fui enviado delante de Él ” (Juan 3; 28) y “
Él crecerá y yo disminuiré ” (Juan 3; 30).
Cuando el Sol alcanza el punto más alto de su ascensión por el norte (NT: el punto más alto de su ascensión por el norte es en el solsticio de junio: alrededor de 23º 26′ – Norte; la línea imaginaria conocida como el Trópico de Cáncer), el Cristo al que también asciende el reino espiritual descrito en la Biblia como el trono del Padre.
Esto se conoce en la terminología Rosacruz como el Mundo del Espíritu Divino , la morada del Dios de este Sistema Solar .
Así, el Espíritu de Cristo llega al Mundo del Espíritu Divino, el Trono del Padre, el 21 de junio.
Y desde ese punto comienza Su descenso, cuando el Sol entra en Cáncer.
Es decir: cuando la Luz del Mundo, el Sol , entra en Cáncer en Junio, se ha gastado la potencia creadora del último ciclo que dio vida a la Tierra , y para renovar esta vida, que de otro modo se desvanecería, el Sol debe descender de nuevo.
En Amoroso Servicio
Fraternidad Rosacruz de México
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